CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO

EL PROYECTO MUNDIAL MULTIMILLONARIO Y ABYA YALA

2 junio, 2025 / Che vos quién sos?

Como vimos en notas anteriores, uno de los propósitos de la minoría multimillonaria occidental en nuestra América, consiste en obstaculizar la coordinación entre entidades populares y, especialmente, entre los Estados de nuestra región. En esta nota consideraremos, específicamente, lo que sucedió con una de las más importantes organizaciones de las naciones del subcontinente: la UNASUR. Lo haremos analizando en qué medida el accionar estadounidense y las limitaciones propias de nuestros países favorecieron ese propósito obstructivo, como un ejemplo ilustrativo de la forma en que se desarrollan estos procesos de obstaculización.

La UNASUR se fundó en el año 2008 con el propósito de generar una organización que uniera los países de América del Sur no sólo en el ámbito económico, sino también en el fortalecimiento de una identidad común, tanto cultural como geopolítica. De allí que en su documentación se mencione siempre la idea de “comunidad” en lugar del término “sociedad”, más utilizado para el ámbito comercial; a la vez que se aluda a una comunidad originaria preexistente de los países sudamericanos, que debía ser recreada. Su formación se enfrentó claramente al proyecto estadounidense de imponer en nuestro subcontinente el Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA); organización centrada en el comercio con el país del norte y de carácter exclusivamente comercial.

En la concepción y origen de UNASUR tuvieron mucha importancia los gobiernos de Brasil y Argentina, mientras que en su organización e implementación, resultó fundamental el encuentro de fuertes liderazgos regionales, como fueron los de Kirchner, Lula, Chavez, Correa y Evo Morales. Los doce países que integraron inicialmente la UNASUR fueron Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.

La máxima autoridad de la UNASUR es el Consejo de Jefas y Jefes de Estado de los 12 países del organismo. Entre el 2008 y el 2011, dicho Consejo desarrollaró un acelerado proceso de conexiones integradores, y plantearía grandes proyectos a futuro, tales como el Banco del Sur, el Gasoducto Suramericano, la Universidad del Sur o la Corte Penal Internacional de Unasur, por nombrar sólo algunos ejemplos. Sin embargo, ninguno de estos proyectos pudieron ser materializados y la UNASUR se debilitó sensiblemente, sobre todo a partir del 2013, por los motivos que expondremos a continuación.

En primer lugar porque varios de los líderes regionales impulsores de la organización dejaron de existir o perdieron poder político – Kirchner falleció en octubre de 2010, Lula dejó la Presidencia a fines de ese mismo año y Chávez murió en marzo de 2013 – a la vez que algunos presidentes sudamericanos cuestionaron, desde mediados del 2010, la existencia del organismo, como Sebastián Piñera presidente de Chile.

Estos hechos puntuales, sin embargo, se dieron en el marco de un accionar político, militar y comercial directo de EEUU sobre algunos Estados de la UNASUR, destinado a obstaculizar la integración autónoma de los países de América del Sur.

Tales como el tratado celebrado con Colombia en el año 2009 para instalar siete bases militares en su territorio – Apiay, Malambo, Palanquero, Tolemaida, Larandia, Bahía Málaga, Cartagena y Tres Esquinas – o con Perú que, además, autorizaba a la IV Flota a utilizar sus puertos y con Chile donde, en abril de 2012, fueron inauguradas en Fuerte Aguayo, instalaciones construidas y financiadas por el Comando Sur de EEUU. Con estas acciones y otras similares, el país del norte se aseguraba una presencia militar orientadora e intimidatoria en varios países del UNASUR.

Por otra parte, con la firma de Tratados de Libre Comercio con EE.UU. – por ejemplo con Perú en 2009 y con Colombia en 2012, entre otros – se consolidaron vinculaciones económicas extra América del Sur, muy sólidas y, precisamente, no orientadas a la integración entre nuestros países, sino a la vinculación directa con norteamérica. Con lo cual, a la intimidación militar, se sumaba la consolidación de estructuras económicas dependientes de Estados Unidos.

Ambos aspectos – militar y económico – junto al accionar de las embajadas estadounidenses de Chile, Colombia, Bolivia y México, terminaron por poner la frutilla del postre al debilitamiento de la unión sudamericana, como fue la formación de la Alianza del Pacífico el 28 de abril de 2011. La cual si bien tuvo como premisa avanzar hacia la libre circulación de bienes, servicios y capitales entre los países con salida al Pacífico, en realidad, se convirtió en una asociación que excluía a gran parte de las naciones sudamericanas y que, además, contradecía con su carácter casi exclusivamente comercial, la tendencia multidimensional y comunitaria de la UNASUR. Hechos que, en su momento, fueron claramente expuestos por el Presidente de Ecuador, Rafael Correa, para fundamentar la no integración de su país a dicha alianza.

En este proceso de debilitamiento y falta de consolidación activa de la UNASUR puede notarse de qué manera las debilidades propias – como la predominancia de economía radiales (1) o la falta de integraciones institucionales que superen las conexiones presidenciales – son aprovechadas por la actuación político diplomática, militar y económico comercial de E.E.U.U. con el objetivo de impedir la consolidación de unidades regionales independientes.

Lic. Carlos A. Wilkinson

(1) Ver “CARACTERÍSTICAS PROPIAS DE NUESTRA ABYA YALA II” en: https://chevosquiensos.wordpress.com/2022/06/13/caracteristicas-propias-de-nuestra-abya-yala-ii/